Jugar con poco
Un principio fundamental para la evaluación psicológica dice que más desestructurado es el material disparador de una técnica proyectiva, más se pondrán en juego contenidos subjetivos del evaluado.
Este mismo principio puede aplicarse al momento de ofrecer juguetes a nuestros hijos teniendo en cuenta su desarrollo emocional.
Muchas veces el énfasis en brindar estimulación cognitiva acorde a la edad, es decir, estimular la inteligencia, hace que elijamos para ellos juguetes muy estructurados que no brindan la misma oportunidad a los pequeños de desarrollar su creatividad, de expresarse mediante el juego, de mostrar lo que les pasa, lo que les gusta y lo que los preocupa, lo que temen y lo que esperan, y lo más importante: elaborar situaciones conflictivas.
Ofreciendo material poco estructurado y estimulando al juego libre, estaremos favoreciendo la expresión personal, la construcción de relatos, y desarrollar la capacidad de componer situaciones y esquemas al modo de un artista.
Jugar con poco: con masa, pinturas lavables, cuerdas, con palitos, con trozos de madera, con arena, con muñecos que representen personas y animales, transportes, con agua, con recipientes, con cajas, con papeles, con cartones, con bolsas, con telas…etc… (Cuidando la seguridad, pero sin subestimar a los chicos) Es sano a cualquier edad y ayuda al desarrollo de los niños en el sentido más integral de la palabra.